Mi historia: Cómo una gran empresa me contrató
El día a día era extraño para mí pues estaba lleno de contrastes; cada amanecer era diferente y la felicidad de poder perseguir mis sueños se mezclaba con la incertidumbre de no saber si podria conseguirlos. Mi vida era normal, o eso diría yo, vivía en una casa pequeña y me dedicaba a lo que más me apasionaba: desarrollar juegos. No era algo muy grande, ni nada relacionado con el 888Casino Código de Bono, sino todo lo contrario, eran juegos pequeños, no podía intentar mucho más porque no tenía tiempo ni dinero.
Lo poco que generaba con aquella pasión no me permitía vivir así que tenía otro trabajo, bastante aburrido la verdad, pero de alguna manera u otra tenía que comer. Sin embargo cada tiempo libre en casa lo dedicaba a perseguir aquella realidad utópica que se gestaba en mi mente recurrentemente pero que creía que nunca iba a poder conseguir.
Creé bastantes juegos buenos, siempre intentaba dar a demostrar mi talento pero nunca tuve suerte. La mayoría de mis elaboraciones eran para dispositivos móviles, soñaba con poder estar entre los más descargados de cualquier tienda.
Honestamente siempre fui un soñador pero en el fondo nunca creí que pudiera llegar tan lejos, básicamente porque la vida te va dando golpe tras golpe y a pesar de no querer rendirme nunca, era inevitable vivir un sentimiento de frustración indescriptible con cada fracaso.
El día que recibí la gran noticia
Pero un día todo cambió: llegué a mi hogar luego de la típica jornada que repetí tantas veces en aquel tedioso lugar, dejé mis cosas en la sala y pasé directamente a la cocina. Me hice algo de comer, nada especial, era solo para acabar con el hambre y seguir con la rutina. Fui a mi cuarto me senté frente al ordenador que está al lado de mi cama y comencé con mi faena, todo era normal hasta que vi un correo un poco inusual, tenía como asunto la palabra “información”. La verdad no me sorprendí mucho hasta que vi quién lo envió: era una empresa de videojuegos bastante grande y conocida.
Luego de leer aquel texto me quedé estupefacto, no sabía qué hacer, la emoción me carcomía por dentro pero también hacía un esfuerzo por repetirme a mí mismo que me calmara; uno de mis juegos había llegado a manos de aquella empresa y al parecer quedaron fascinados, por lo tanto decidieron comunicarse conmigo.
¡Lo conseguí!
Luego de uno que otro contacto con ellos, decidieron hacerme parte de su equipo. Tampoco os engañaré diciéndoles que vivo una vida de lujo y que tengo un cargo muy alto, para nada, lo que sí es cierto es que a día de hoy puedo decir que soy feliz porque puedo trabajar haciendo lo que amo, eso es suficiente para mí.
En cuanto a mi situación económica, la verdad es que evidentemente mejoré muchísimo pero tampoco soy rico, aún vivo en mi casa pequeña, pero le hecho una que otra mejora. Además no tengo que preocuparme en llegar a fin de mes, definitivamente la vida te puede cambiar en un segundo.