Empezar de nuevo: darte una segunda posibilidad labora es posible
El trabajar en un lugar que no apasiona al empleado, es uno de los miedos más grandes por parte del ser humano y esto evita la explosión del talento que cada quien posee: gracias a las constantes limitaciones que este trabajo o empresa imponen sobre el individuo y generan que estos al final busquen nuevas alternativas que brinden un nuevo brillo a su carrera y a su vida.
Este fue mi caso, una programadora en una empresa de software empresariales, la cual requería de mis servicios para optimizar el rendimiento de estos sistemas. El inicio de esta aventura había sido un gran aprendizaje para mi, que con entusiasmo tomaba el puesto con las ansias de aplicar sus conocimientos en ellas.
Sin embargo, no solo era fanática de la programación común, yo siempre soñé con lograr programar juegos de video debido a mi muy animada infancia, la cual estuvo repleta de estos elementos interactivos. Mis expectativas de la labor por desempeñar serían cumplidas, todo gracias al amor que este poseía por las consolas y las juegos online con LeoVegas.
Cómo era mi día a día
Mis días en el trabajo eran prácticamente iguales . Aún así era el trabajo que había buscado durante un tiempo y estaba satisfecho con él a pesar de la monotonía del mismo.
No obstante, mi pasión por los videojuegos seguía latente y mi insistencia por programar estos juegos me generaban una desconcentración voraz que continuamente afectaba mi rendimiento en el trabajo. La ansiedad y el deseo de tomar un nuevo rumbo aumentaban a pasos agigantados hasta el punto de tomar largas pausas en mi horario regular para lograr sentar cabeza nuevamente y cumplir con lo estipulado en mi área.
El fin de la hora laboral significaba un respiro y abandonaba desesperado mi lugar de trabajo en busca de mi hogar para relajarme y disfrutar de mi afición: los videojuegos. Mi rutina de entretenimiento era extensa y tomaba un tiempo prolongado hasta el punto de madrugar mientras jugaba o pensaba en distintas formas de mejorar la programación de un juego.
Llegó el día de pensar en mi
El sonido del despertador indicaba la hora de volver al trabajo pero yo estaba harta de lo rutinario y de no lograr avanzar en sus aspiraciones y proyectos, por lo tanto mi decisión fue clara y precisa: llegó la hora de cumplir su sueño. La renuncia se hacía presente en el escritorio de su jefe y con mucho agradecimiento se despedía su excompañeros quienes no creían el rumbo que tomaría.
Mis ganas le hacían avanzar en la entrega de currículums a distintas empresas de estos juegos para lograr trabajar en lo que me apasionaba. Una tras otra la respuesta fue negativa y esto me desilusionó pero sabía que de alguna u otra manera lo podría conseguir. Pare de centrarme en corporaciones de gran envergadura y mi andadura tomaría otro camino gracias a una propuesta online para desarrollar pequeños juegos.
Rápidamente acepte y con un plan más que marcado, mi andadura por la programación de juegos había empezado. Mi sueño se estaba materializando y a medida que avanzaban los días, su entusiasmo era cada vez mayor. Desarrollaba juegos como si de frituras se tratasen, uno tras otro salían de mi inspiración y esto le había dado a entender que su decisión había sido la correcta.